Durante décadas, la comunidad china en España ha trabajado con diligencia y frugalidad, encarnando las nobles cualidades de autosuficiencia y afán de superación inherentes al pueblo chino. Incluso durante la grave crisis económica de 2013, la tasa de desempleo entre los chinos en España se mantuvo por debajo del 51%. Se puede afirmar que los chinos han realizado contribuciones excepcionales e indispensables al desarrollo económico de España. Muchos chinos se han establecido en este país, y muchas familias incluso han formado tres generaciones viviendo juntas en España. Sin embargo, ¿por qué seguimos marginados en esta sociedad? ¿Acaso no se han percatado del espíritu trabajador de los chinos para alcanzar la prosperidad? Los chinos nos esforzamos por sobrevivir en la adversidad, evitando convertirnos en una carga para la sociedad; nuestros hijos son brillantes y estudiosos, aportando valiosos recursos humanos a la sociedad. Aun así, ¿por qué nuestra situación social permanece estancada?
La razón principal es que nuestro nivel de integración dista mucho de ser suficiente. Pregúntese: "¿Hemos estudiado seriamente la historia de España?", "¿Hablamos español con fluidez?", "¿Asistimos puntualmente a las reuniones de padres y profesores en los colegios españoles?", "¿Participamos regularmente en las reuniones del comité vecinal?", "¿Conocemos el nombre del partido gobernante y del alcalde de nuestra ciudad?", "¿Sabemos cuántos partidos políticos importantes hay en España?", "¿Participan activamente los ciudadanos chinos de nuestra comunidad en las elecciones?". Probablemente, la mayoría de las respuestas serían insuficientes.
España es un sistema electoral democrático donde la política es fundamental y las elecciones determinan la distribución del máximo poder del país. Los políticos se preocupan principalmente por las opiniones y actitudes de los votantes. Según estadísticas incompletas, hay aproximadamente 50.000 ciudadanos chinos en España, pero muy pocos han participado activamente en las elecciones de forma constante. Esto se debe a que muchos chinos de ultramar eligen la ciudadanía no por el derecho a votar o a ser elegidos, sino porque consideran que la política les es irrelevante; no les importa quién sea alcalde o presidente del gobierno.
En realidad, la política nos rodea; es una parte inevitable de la vida cotidiana. ¿Por qué no se ha arreglado la calle de tu barrio? ¿Por qué han subido repentinamente los precios del agua y la luz últimamente? ¿Por qué sigue sin resolverse el problema del saneamiento deficiente? ¿A qué departamento debemos dirigirnos para solicitar mejoras en los problemas de seguridad que afectan a los ciudadanos? ¿Por qué el pago de impuestos de este trimestre es diferente al del trimestre pasado? ¿Por qué el banco me pide de nuevo que presente documentos adicionales? ¿Cuál es el propósito de las frecuentes manifestaciones y huelgas? Estos ejemplos tan comunes, que ocurren a nuestro alrededor, están relacionados con el gobierno, es decir, con la política.
Es evidente que la política está estrechamente ligada a nuestras vidas. Para la comunidad china en España, relativamente joven, ejercer nuestro derecho al voto es un paso importante para participar en la política. Ahora, se nos presenta una nueva oportunidad para votar: las próximas elecciones generales españolas del 28 de abril.
Cada comunidad china en el extranjero debe alentar y movilizar a sus miembros con derecho a voto en el consejo, así como a los chinos de la comunidad que los rodean y que también tienen derecho a voto, para que participen activamente en estas elecciones. Esto atañe directamente a la construcción y el desarrollo de la propia comunidad china en el extranjero. La construcción de una comunidad y una sociedad chinas en el extranjero armoniosas no se logra trabajando a puerta cerrada. Solo mediante la integración activa en la sociedad local y la alineación con la sociedad mayoritaria, la comunidad china en el extranjero podrá desarrollarse de manera constante y positiva, mejorando así la posición y la influencia de los chinos en la sociedad local.
El 28 de abril es domingo y muchos negocios y restaurantes chinos estarán abiertos. Sin embargo, cada centro de votación estará abierto de 9:00 a 20:00, lo que nos brinda suficiente flexibilidad horaria. Además, dado que todas las escuelas públicas también funcionarán como centros de votación, el proceso no debería demorarse demasiado. Si fuera necesario, los empresarios chinos deberían conceder a sus empleados más tiempo para votar, ya que se trata de una actividad significativa que proyecta una imagen positiva de la comunidad china.
A todos los chinos que han adquirido la ciudadanía española, dondequiera que estén, salgan de sus casas, emitan su voto sagrado, ejerzan los derechos que les otorga la democracia y hagan saber a la sociedad en general que nosotros, los chinos, también nos estamos integrando activamente y sabemos cómo hacer oír nuestra voz.


















